Día mundial del riñón: Retos para Chile
Fecha: 11 de marzo 2016
Actualmente las enfermedades renales son frecuentes en Chile. Según los registros nacionales alrededor de 19.000 pacientes se dializa y de ellos aproximadamente un 10% están en lista de espera para trasplante renal. Para conocer más detalles sobre la realidad del país en torno a esto, conversamos con la Dra. Ana Ortíz, académica del Departamento de Nefrología de la Facultad de Medicina UC.
La nefropatía diabética, la nefropatía por angioesclerosis (HTA) y la nefropatía por enfermedad de Berger (por depósitos de IgA) son las enfermedades renales más frecuentes en la población chilena. No obstante, entre un 30% a 40% de los casos que requieren de diálisis o trasplante no tienen una causa conocida asociada a sus problemas de salud. La doctora Ana Ortíz, académica de Medicina UC profundiza con nosotros sobre este tema.
¿De qué forma el estilo de vida que hoy vive la población está repercutiendo también en la aparición de más enfermedades renales?
Tener un estilo de vida sano ayuda a no presentar enfermedad renal y/o a disminuir la progresión del daño. Actualmente, los factores a los que las personas debieran poner atajo están relacionados con la ingesta de sal, el tabaquismo, el sedentarismo, las comidas ricas en grasas saturadas, la obesidad, las drogas recreativas y los fármacos nefrotóxicos como los antiinflamatorios no esteroidales.
En general, los síntomas de problemas en los riñones se manifiestan cuando el órgano está afectado entre un 70% a un 80%. ¿Qué señales pueden alertar antes a las personas sobre posibles problemas con los riñones?
Edema especialmente facial y de manos, también orina con espuma, orinas hematúricas, falta de apetito, decaimiento, palidez de piel y mucosas.
¿Cree que hoy se está haciendo lo suficiente en el país para prevenir los problemas renales?
Sí, están consideradas como patologías AUGE y se ha normado la sal en algunos alimentos. Aunque probablemente se puede hacer más con educación y reevaluando las patologías AUGE, en relación a su efectividad y cobertura.
Hoy existen varios tratamientos dirigidos a sustituir la función de los riñones que han dejado de funcionar. Sin embargo, ¿de qué forma los efectos secundarios de una diálisis peritoneal o de la hemodiálisis pueden afectar a los pacientes a nivel clínico y psicológico?
Las terapias de sustitución de la función renal como las diálisis, permiten cumplir sólo algunas funciones de las que realizan los riñones como depurar algunas moléculas tóxicas, manejar los líquidos, por lo que existe un deterioro del paciente, mayor morbilidad (por ejemplo cardiovascular) y menor sobrevida. Cada una de las diálisis tiene complicaciones específicas, por ejemplo la HD está asociada a trastornos hemodinámicos, Diálisis Peritoneal; infecciones. Todo esto afecta la vida familiar y laboral, lo que puede llevar a trastornos psicológicos.
En este sentido, ¿existe una fracción de los pacientes que está más expuesta a padecer de estos efectos que otros? ¿Quiénes?
Pacientes ancianos e inmunosuprimidos fundamentalmente. En el caso de problemas psicológicos específicamente, quienes más están expuestos son los jóvenes, laboralmente activos y fundamentalmente aquellos que pertenecen a la población de tercera edad.
Hoy los adelantos médicos, ¿de qué forma están ayudando a paliar los posibles efectos psicológicos de estos tratamientos?
Ha sido un aporte incorporara a psicólogas a los centros de diálisis. También han sido de gran ayuda las máquinas modernas e insumos de diálisis, que hoy por hoy permiten tener diálisis con menos complicaciones. Actualmente existen medicamentos que ayudan a mejorar el estado general de los pacientes. Por ejemplo: EPO, quemante de fosforo no cálcicos.
¿Cuáles cree que son los desafíos en esta materia específicamente?
Lo más importante es mantener un apoyo psicológico y personal a los pacientes cuando sea necesario.
Otro tema relevante es que se realicen diálisis adecuadas, evaluando los casos en que se necesiten otro tipo de diálisis diferente a la estándar, como la hemodiafiltración por ejemplo. Todo esto complementado con todos los tratamientos que se requieran.
También, otro reto tiene que ver con ingresar a la lista de espera todos los pacientes que no tengan contraindicaciones y aumentar sobre todo el número de donantes fallecidos.