El desarrollo de la urología en nuestra Facultad se inicia en 1945 con la llegada de un especialista, quien en 1948 conforma la Unidad de Urología. En 1974, nace el Departamento de Nefro-Urología, que a partir de 1993 constituye el actual Departamento de Urología.
La característica más trascendente de este departamento ha sido la calidad de sus integrantes, quienes no solo destacan por su excelencia técnica, sino también por su capacidad de conformar equipos que han sido pioneros en el desarrollo de la urología nacional. Todos ellos han concluido su formación en los centros de mayor prestigio mundial.
Hoy en día el Departamento de Urología está compuesto especialistas, quienes conforman las Unidades de Uro-oncología, Piso Pelviano, Andrología, Litiasis, Trasplante y Urología pediátrica.
Ser reconocido como el mejor Departamento de Urología de Chile, del punto de vista académico y clínico.
Entregar atención urológica de excelencia a nuestros pacientes, formar Urólogos integrales, desarrollar investigación básica y clínica en la frontera del conocimiento trabajando en áreas de interés específicas en Urología.
La historia de la urología se inicia en nuestra Escuela con la incorporación, del doctor Raúl Dell’Oro Serra en condición de ayudante ad honorem de cirugía en 1945. El Hospital Clínico ya tenía cuatro años y la urología formaba parte del Servicio de Cirugía, cuyo Jefe era el doctor Rodolfo Rencoret.
Los servicios de urología más destacados de aquella época eran los pertenecientes al Hospital Salvador, Hospital San Borja, la llamada Clínica Universitaria de Urología que funcionaba en el Hospital San Vicente. El doctor Dell’Oro se había formado como urólogo en el Hospital Salvador, bajo la dirección de los doctores Díaz Muñoz y Lobo O’Nell, institución a la que permaneció relacionado durante largos años.
Cuenta el doctor Dell’Oro que el primer cistoscopio que se usó en nuestro Hospital lo trajo desde el Hospital Salvador. Era un instrumento dado de baja y que aun en esas condiciones prestó un valioso servicio.
La urología de esa época tenía un componente médico significativo y se relacionaba mucho con la venereología. La actividad quirúrgica era menor y la cirugía genital ocupaba más de un 50%.
A principios de 1948, se asignan cuatro camas para la atención urológica. Más tarde, el 8 de abril de ese año se efectúa en un anciano religioso francés, según definición de don Raúl, la primera prostatectomía por Hiperplasia Nodular. La técnica empleada corresponde a la descrita por Freyer, quien proponía realizarla en dos tiempos: el primero era solamente una cistostomía o talla vesical y algunos días o semanas más tarde, la prostatectomía propiamente tal.
La hemostasia se efectuaba mediante una gasa que taponaba la celda prostática y que salía a través de la herida. Al cabo de algunos días el tapón se retiraba, con los consecuentes riesgos de hemorragia y de constitución de una fístula vésico-cutánea, que podía demorar semanas en cerrar.
A fines de 1953 el doctor Jorge Mery, cirujano formado en nuestra Universidad y a quien le correspondiera junto al doctor Lorenzo Cubillos, suceder al doctor Müller en los inicios de la residencia de nuestro Hospital Clínico, orientó preferentemente su actividad clínica y quirúrgica hacia la urología y compartía sus intereses con la ginecología. Al retornar de estudios de post-grado en la Fundación Puigvert, Barcelona, se dedicó preferentemente a la urología.
En 1958 se incorpora en calidad de ad honorem, el doctor Jacques Thenot, compatibilizando sus funciones con un cargo que desempeñaba fuera de la Universidad. Desde entonces y sin interrupciones, el doctor Thenot ha participado entusiasta y lealmente en las actividades de Urología, colaborando con gran sentido de equipo.
En 1957 se dio un paso importante, un equipo combinado de urología y de cirugía general realizó la primera enterocistoplastía del país. La paciente tenía una vejiga retráctil secundaria a una tuberculosis urogenital y con la ampliación vesical mejoró su deteriorada condición.
La actividad quirúrgica del año 1958 estuvo compuesta por 131 operaciones. De ellas, un 38% correspondía a cirugía prostática por patología benigna. Aproximadamente la cuarta parte de ellas se hacía con la técnica en dos tiempos ya descrita.
La Escuela de Medicina de la Universidad Católica se integró al sistema de especialización y becas recién en el año 1962. Poco más tarde, en 1965, el Ministerio de Salud acordó con las Universidades iniciar una política de regionalización docente-asistencial. De este modo cada Escuela de Medicina de Santiago debía vincularse con un hospital regional, correspondiéndonos el Hospital Regional de la VII Zona de Salud, con sede en Talca con el cual se estableció un convenio en tal sentido.
Estas dos medidas tendrían grandes consecuencias en la marcha de la Escuela y de la Unidad de Urología. Se iniciaban de esta manera los programas formales de beca y una larga relación con el hospital de Talca, con el cual se estableció este convenio en tal sentido.
En 1963 la Unidad de Urología inicia la formación de su primer becado, el doctor Guillermo Salas, con un programa de dos años de duración y que no tenía como pre-requisito la Cirugía General. En 1965 comienza su post-título en Urología un segundo becado, el doctor Dante Corti. Ellos son los primeros de una larga lista que hoy se aproxima a la treintena de especialistas formados en esta Casa. La calidad profesional, sus valores y logros alcanzados son un orgullo para nuestra Escuela.
Hacia 1968 el grupo de Urología incrementa su planta académica con la incorporación de dos nuevos miembros. El doctor Pedro Martínez Sanz, retornaba desde Talca después de haber cumplido su destinación post-beca de cirugía y el doctor Luis Martínez, quien se desempeñaba como ayudante en el Laboratorio de Fisiología después de cumplir una beca mixta de Cirugía General y Fisiología respaldada por la Fundación Gildemeister. Curiosamente, ninguno de estos dos nuevos académicos había realizado una beca de urología.
Al poco tiempo de su incorporación, y con solo 29 años el doctor Pedro Martínez asciende como Jefe de la Unidad de Urología, a expresa petición del doctor Hugo Salvestrini, Jefe del Servicio de Cirugía.
Hacia fines de la década de los sesenta y mientras la Universidad vivía los tumultuosos años post reforma, en el subterráneo del Laboratorio de Fisiología se gestaba un verdadero Laboratorio de Cirugía Experimental. Primero Luis Martínez, como parte de su beca mixta con el apoyo de don Héctor Croxatto, y más tarde, en compañía de Pedro Martínez, efectuaron una nutrida experiencia experimental en trasplante renal. Empleando métodos muy artesanales, fabricando sus propias soluciones de preservación renal, enhebrando agujas finas por no disponer de suturas vasculares, esas primeras experiencias fueron autodidactas y llenas de tesón. Se realizaron más de 200 trasplantes renales experimentales, al cabo de los cuales practicar esa intervención en el hombre pareció materia muy sencilla. El proceso culminó con el autotrasplante renal en una joven que padecía de una estenosis de arteria renal. Esta operación se hizo en el mes de junio de 1970 y hay evidencias de que habría sido la primera de este tipo en el país.
La asociación entre la urología y la cirugía experimental no concluye allí. Más tarde seguirá un largo período en que estas dependencias ocuparon el subterráneo de la actual Biblioteca de la Escuela de Medicina y finalmente en 1990, reapareció en el 4º piso del actual Centro de Investigaciones Médicas. Luis Martínez fue el Jefe de este Laboratorio desde 1971. En el año 1999, nuevamente un urólogo, el doctor Pablo Troncoso, se hace cargo de la dirección de esta unidad.
El 29 de julio de 1970, en el pabellón 3 del tercer piso del Hospital Clínico, un equipo formado por los doctores Raúl Dell’Oro, Alfonso Díaz, Fernando Del Campo y Carlos Martínez hicieron la nefrectomía izquierda de la madre donante. Simultáneamente en el pabellón 2, Pedro Martínez, Luis Martínez, Jorge Mery y Jacques Thenot; anestesistas: Viterbo González y Álvaro Zúñiga, realizaron la nefrectomía de los riñones nativos de la receptora, la apendicectomía profiláctica y el primer trasplante renal de nuestro hospital. El equipo nefrológico estuvo formado por Atilio Vaccarezza, Salvador Vial, Hugo Cisternas y Gloria Valdés. La paciente, Yolanda Espínola, tuvo una excelente evolución, pudiendo volver a su casa en Arica. Seguramente por problemas relacionados con su juventud e inexperiencia, suspendió el tratamiento inmunosupresor y perdió su injerto después de 1 año y 2 meses.
Hoy en día el equipo de trasplante está conformado por el Dr. Pablo Troncoso, quien se especializó en los años noventa en trasplantes de órganos en la Universidad de Texas, Houston, EEUU; por Dr. Javier Domínguez quien se perfeccionó en trasplante en Dalhousie University, Halifax NS, Canadá;, Dr. Cristián Trucco, Dr. Jaime Cartes y Dr. Alejandro Majerson.
Los últimos años de los sesenta y los primeros de los setenta estuvieron colmados de experiencias pioneras en cirugía urológica. El común denominador fue la incorporación maciza de las técnicas de cirugía general, digestiva y vascular a la urología.
La enumeración incluye: la cistectomía radical, la vejiga rectal, el reemplazo de uréter por ileon, el conducto ileal u operación de Bricker, el by pass de Grayhack, el shunt y la fístula arterio venosa para hemodiálisis. Muchas de ellas se realizaban por primera vez en el país.
Esa época tuvo especial brillo para la urología nacional. Otros servicios como los del Hospital Salvador, Hospital José Joaquín Aguirre y Hospital Van Buren de Valparaíso, también vivían momentos de pujante desarrollo y competían en la introducción de nuevas técnicas.
El Congreso de la Confederación Americana de Urología, se efectuó en Santiago entre el 24 y 28 de noviembre de 1974. Esta reunión y su publicación posterior en la Revista Panamericana de Urología fueron vehículos para mostrar el buen momento vivido por nuestra urología.
En julio de 1971 y gracias a la colaboración del gobierno francés gestionada por el doctor Juan Dubernet, nos visitó una delegación de médicos franceses integrada por el doctor Jean Marie Brisset y dos nefrólogos parisinos. Esta visita inició una de las relaciones internacionales más fructíferas que ha vivido la Urología de nuestra Escuela.
Puede ser la tradicional fama de la urología francesa pero más probablemente el gran sentido docente del doctor Brisset lo que estimuló esta relación. Ello explica también que su figura se haya convertido en el personaje europeo de mayor influencia en la urología sudamericana en esta parte del siglo.
Pedro Martínez, Luis Martínez, Cristián Trucco, y Arturo Dell`Oro, permanecieron cada uno durante seis meses en la Clínica de la Porte de Choisy, París. Estos estudios de post-título sirvieron para consolidar la experiencia que se tenía hasta entonces y ampliar sus perspectivas.
Los otros integrantes de Choisy: Bruno Veillon, Guy Vallancien y Bertrand Guilloneau se han convertido en viejos y próximos amigos de nuestro grupo.
Diversos aspectos de la cirugía del trasplante renal, el tratamiento quirúrgico de la litiasis reno-ureteral compleja, la litotricia extracorpórea, la prostatectomía transvesical sin sonda uretral y ahora más recientemente, las nuevas técnicas laparoscópicas, son algunos de los temas bien desarrollados por ese grupo y en los cuales nos hemos enriquecido al recibir su influencia.
Años más tarde, ingresan Dr. Zúñiga y Dr. San Francisco al Departamento de Urología el año 2010, para fortalecer el área uro oncológica incorporando al equipo las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas en cáncer urológico adquiridas en Beth Israel Deaconess Medical Center, Harvard, Boston, EEUU (Dr. San Francisco) y Canadá (Dr. Zúñiga).
El mismo año se incorpora también el Dr. Marcelo Marconi, especialista en Andrología, quien se sub especializó en la Clínica Universitaria de Giessen Universidad de Giessen
Giessen, Alemania y Departamento de Urología
Universidad de Arkansas para Ciencias Médicas Little Rock, Arkansas, EEUU.
Posteriormente el año 2013 se incorpora como Profesor Adjunto el Dr. Gastón Astroza, quien se perfeccionó en endourología en EEUU y Reino Unido. Actualmente es el coordinador de la Unidad de litiasis.
Por último, entre los años 2016 y 2017 se incorporaron al equipo los Doctores Majerson y Cartes, formando parte de las Unidades de Trasplante y Litiasis.
Actualmente, el Departamento es dirigido por el Dr. Ignacio San Francisco (Jefe Departamento). Con el objetivo de establecer un mecanismo de trabajo por áreas de interés al interior del departamento, el año 2017 se re estructuró el equipo de urólogos en seis diferentes áreas:
Una labor importante del trabajo por áreas es favorecer la difusión de éstas dentro de la Facultad y a nivel de agendamiento de horas de consultas, obteniendo la atracción de futuros estudiantes y pacientes.
Para favorecer el desarrollo clínico y de investigación por áreas de interés, cada una de éstas cuenta con objetivos claros y medibles al corto, mediano y largo plazo.
La agrupación por áreas de interés es la manera de trabajar de los departamentos más prestigiosos de Urología del mundo, siendo pioneros a nivel país en implementar esta modalidad.
Estas áreas de interés se crearon pensando en el beneficio del paciente y favoreciendo el desarrollo académico. El objetivo de la re estructuración es formar alianzas de trabajo donde en conjunto se analicen las necesidades de incorporación de recursos tecnológicos, humanos y económicos que suplan las falencias de las distintas áreas.
Este modelo otorga mayor experiencia quirúrgica para casos complejos, lo cual favorece al paciente por la mayor experiencia del cirujano, favoreciendo el desarrollo profesional, el reconocimiento nacional, mayor derivación de casos, menor nº de complicaciones al sistematizar los procesos (circulo virtuoso), mayor desarrollo de proyectos de investigación tanto básicos como clínicos (ej. Fonis, Fondecyt, etc.).
Otros beneficios del modelo:
El Departamento de Urología participa en la docencia de pre-grado aportando clases específicas a los alumnos de 3º (coordinado por el Dr. Marcelo Marconi) y 4º año de medicina (coordinado por el Dr. Alejandro Majerson). Posteriormente, el trabajo más intenso se realiza en el 5º año en que participa en la docencia tutorial en clínica y en la docencia teórica, con el curso de urología, siendo coordinado por el Dr. Alejandro Majerson.
Durante el 4º y 5º año se realiza docencia tutorial. Se trabaja con los alumnos en forma personal, guiándolos para obtener las actitudes y destrezas necesarias para la correcta aproximación al paciente. A través de la enseñanza al lado del paciente se busca lograr enseñar aquellas cosas que constituyen el arte en la medicina. Saber conversar con el hombre enfermo, obtener la información necesaria para darle la ayuda que necesita, llegar al diagnóstico correcto que es la mejor forma de beneficiarlo, explicarle sus problemas y las soluciones que se proyecta para combatir su enfermedad. Todo esto, en la forma adecuada para ayudar, tranquilizar y confortar al paciente y a su familia. El obtener una buena relación médico-paciente es uno de los objetivos de esta docencia tutorial y uno de los más difíciles de conseguir. Los requerimientos de tiempo para esta docencia son siempre mayores de los que se dispone. El conseguir año a año que los alumnos aprendan este arte es consumidor de energía y tiempo. El grupo aborda esta tarea con entusiasmo, porque la satisfacción es grande cuando a los pocos años, el alumno inexperto pasa a ser el colega miembro del equipo de trabajo.
Este Internado forma parte del internado básico de cirugía. Todos los alumnos de 6º año tienen como obligatoria la pasada de Urología. Se realiza tanto en el Hospital Clínico como en el Hospital Sótero del Río. Esta es una de las actividades más importantes en la docencia de pre-grado. Significa lograr el cambio de alumno a interno. Significa enseñar lo que va a ser el trabajo como médico, asumiendo responsabilidades propias de lo que es la relación directa con el paciente. En el período de 3 semanas asumen responsabilidad sobre camas de hospitalización y pasan a ser protagonistas en el manejo de los pacientes con la suficiente supervisión y control para asegurar una atención óptima. Además se realiza actividad ambulatoria en Centro Médico San Joaquín de manera tutorial.
Todos los docentes son miembros del Departamento de Urología, tanto los que trabajan en el Hospital Clínico como los que lo hacen en el Hospital Sótero del Río. Ello asegura el mejor nivel de docencia y una uniformidad en la formación y en las conductas frente al paciente. Como única actividad teórica están los coloquios, en que docentes del departamento conversan con los internos sobre temas específicos de la especialidad (por ejemplo trasplantes renales), Urología pediátrica,etc. Esto permite aclara ideas y conceptos sobre temas que no han sido abordados en particular en otras etapas de los estudios de medicina.
Los Programas de Postítulo de la Escuela de Medicina tienen por objeto formar especialistas en las distintas áreas de la Medicina. Ellos están destinados a médicos jóvenes, que son seleccionados por la Comisión de Graduados luego de un Concurso abierto llamado a través de la prensa. La Comisión selecciona a aquellos postulantes que acrediten antecedentes del mejor nivel académico posible. Durante el desarrollo de los programas cuya duración mínima es de 1 año y máxima de 3, se exige al alumno dedicación exclusiva /a la realización del mismo.
En cada programa el alumno integra un equipo de trabajo con sus docentes, lo que constituye una excelente oportunidad para su formación integral, humana y profesional. Esta incluye no sólo conocimientos teóricos sino una capacitación progresiva para resolver problemas médicos cada vez más complejos. En general, los cursos teóricos están representados en estos programas por todas las reuniones clínicas, jornadas, reuniones bibliográficas y asistencia a Congresos dependientes de las respectivas Sociedades Científicas. Los cursos prácticos corresponden al trabajo clínico supervisado que el alumno realiza, que incluye también trabajo nocturno, de días festivos y atención de urgencias propias de cada una de las especialidades. En cierta medida los alumnos de estos programas son responsables del rodaje normal del Hospital. Por último, en cada uno de estos programas el alumno es incorporado a las actividades docentes de la especialidad en el pregrado, en otros programas de postítulo y participa en la docencia de residentes del mismo programa en la medida que ha progresado en el programa. Además, se integra a los proyectos de investigación que están en desarrollo en los distintos grupos de trabajo, a fin de proporcionarle una visión más universitaria a su futuro trabajo profesional. El Departamento de Urología cuenta con dos programas de postítulo: el Programa de postítulo en urología (Coordinado por el Dr. Marcelo Marconi) y el Programa de cirugía mínimamente invasiva (Coordinado por el Dr. Ignacio San Francisco).
Todos los académicos del Departamento de Urología de la Pontificia Universidad Católica de Chile son miembros de la Sociedad Chilena de Urología. Estos han tenido una participación activa en esta Sociedad Científica durante años, formando parte de su Directorio y presidiendo la Sociedad Chilena de Urología en varios períodos. Además durante los últimos años y hasta la fecha un miembro de este Departamento ha sido el Editor Responsable de la Revista Chilena de Urología.
Además miembros de este Departamento tienen una participación activa en la Sociedad de Cirujanos de Chile, la Confederación Americana de Urología, la Academia Americana de Urología, la Sociedad Iberoamericana de Urología Pediátrica, Sociedad Latinoamericana de Transplantes, etc.
En la actividad de la Urología Pediátrica, nuestra Uróloga Infantil es actualmente la Secretaria de la Rama Chilena de Urología Pediátrica y Directora de la Revista Iberoamericana de Urología Pediátrica.
Este Departamento forma parte del Directorio de la Corporación de Transplante desde sus inicios.
Este Departamento lidera a nível nacional en tópicos como tratamiento quirúrgico de cáncer de próstata, screening en cáncer de próstata, investigación básica en transplante renal y detección antenatal de malformaciones urológicas, etc., siendo invitado a participar en estos y otros temas o Congresos nacionales e internacionales.
El Departamento cuenta con una Unidad de investigación donde se gestionan y coordinan proyectos de investigación bajo el marco de las directrices éticas de la Facultad de Medicina UC, postulando a fondos concursables internos y externos. Esta Unidad está coordinada por el Dr. Astroza y gestionada por Paula Sotomayor (PhD Ciencias Biológicas, Biología Celular y Molecular del Cáncer) en investigación de ciencias básicas, y por las enfermeras Aracely Tapia y Josefina Sartori en investigación aplicada.
Bajo el liderazgo de la Dra. Paulina Baquedano, académica del Departamento de Urología de la Facultad de Medicina UC, y en un esfuerzo colectivo con todos los académicos del Departamento, Ediciones UC lanzó este libro el año 2016, que representa una completa y actualizada guía con los temas más relevantes en el área de la urología en adultos y niños.
Escrito en un lenguaje cercano y con una orientación clara, el Manual de Urología Esencial tiene como principal objetivo ser de utilidad principalmente para alumnos de medicina, residentes y médicos generales que se enfrentan a patologías urológicas.
“Este es un proyecto que data de 2002, del Dr. Carlos Martínez. Él en esa época hizo este manual en el que participaron todos los miembros del Departamento de Urología, yo incluida. Hubo una actualización en 2007 y posteriormente no se retomó el texto hasta ahora. El doctor Martínez jubiló y yo me propuse encabezar este proyecto, debido a que observé una gran demanda de parte de nuestros propios estudiantes”, indicó la Dra. Paulina Baquedano, editora principal de este manual y quien además es académica del Departamento de Urología de Medicina UC y presidenta de la Sociedad Chilena de Urología.
Retomar el proyecto inicial significó un esfuerzo mayor, ya que se tomó como decisión que esta vez ya no sería sólo una guía en formato web, sino que un libro impreso. “Esto llevó a un trabajo más depurado, en el que la participación de nuestros académicos, los doctores del Hospital Sótero del Río, nuestros alumnos y residentes, fue trascendental”, agregó la doctora Baquedano.
El texto cuenta con 362 páginas distribuidas en 27 capítulos en los que se tratan temas como: la exploración clínica de la Urología, la evaluación mediante imágenes del aparato genitourinario, infección urinaria en el adulto, patología uretral, disfunciones sexuales masculinas, infecciones de transmisión sexual, entre otras interesantes temas de la urología. Cada capítulo es tratado por un autor con experiencia en la materia, lo que hace que sea más que una revisión bibliográfica y se transforme en un texto invaluable.
“En general son pocos los textos de estudio sobre temas urológicos para alumnos de medicina, que aborden los temas más relevantes por frecuencia e importancia y que lo enfoquen desde un punto de vista de lo esencial que deben ser. De ahí el valor de esta nueva actualización”, enfatiza la Dra. Baquedano.
El libro se puede encontrar a la venta en Ediciones UC y en formato eBook en la web.