Medicina Familiar
ADOLESCENCIA Y HOMOSEXUALIDAD; NUESTRO ROL COMO MÉDICOS
ADOLESCENCIA Y HOMOSEXUALIDAD; NUESTRO ROL COMO MÉDICOS Autora: Dra. Pamela Rojas G., Médico Familiar PUCINTRODUCCIÓN
Con frecuencia los profesionales de la salud usan de manera indistinta algunos conceptos básicos sobre sexualidad, lo que genera confusión y dificultades a la hora de intervenir (1, 2, 3). En este sentido, es conveniente tener claro:1. Identidad sexual o de género: Se refiere a la sensación personal de ser hombre o mujer, se logra alrededor de los 2 a 3 años2. Orientación sexual: Describe el objeto de los impulsos sexuales del individuo.3. Transexual: Individuo que cree que debe ser de un sexo diferente al que biológicamente le fue asignado. Así, su identidad de género no se correlaciona con su sexo anatómico4. Transvesti: Individuo que se viste con ropas del sexo opuesto, lo que le produce placer. No es indicativo de su orientación sexualORIENTACIÓN SEXUAL
La orientación sexual se refiere al patrón persistente de atracción física y/o emocional de un individuo. Ésta describe el objeto de sus impulsos sexuales y se clasifica en «Orientación Heterosexual» (atracción por miembros del género opuesto), «Orientación Homosexual» (atracción por miembros del mismo género) y «Orientación Bisexual» (atracción por miembros de ambos géneros) (3).
En la actualidad, la orientación sexual se plantea como un continuo, donde los extremos son, la homo y la heterosexualidad (4).
Para hablar de homosexualidad, la atracción por miembros del mismo sexo debe ser persistente. Existen muchos heterosexuales que se angustian porque en algún momento de su vida han experimentado fantasías, sueños, atracción o incluso contacto sexual con personas de su mismo sexo. Esto es relativamente frecuente, en especial en la adolescencia y no es indicativo de la homosexualidad del individuo (5).
A nivel epidemiológico, reportes extranjeros muestran que el 3 a 6 % de adolescentes y adultos jóvenes reportan atracción por individuos del mismo sexo o se identifican como gay, lesbianas o bisexuales (6, 7, 8).
No existen estadísticas confiables en Chile. Los escasos reportes existentes dan cuenta de cifras entre un 0,3 a 6,5% de nuestra población adolescente (9).¿Cómo se forma una identidad homosexual?
Culturalmente, la homosexualidad es una condición poco aceptada, especialmente en sociedades más conservadoras. El adoptar una identidad sexual es un proceso complejo y prolongado, por lo cual los adolescentes tardan años en conseguir esta identidad por completo. Algunos jamás lo logran.
Troiden (1989) estableció un modelo que permite esquematizar las etapas por las cuales atraviesa un adolescente en su desarrollo homosexual (10). Esta información es de especial utilidad para los profesionales de la salud, ya que permite aproximarnos a sus necesidades y a la vez entregar guías anticipatorias a los pacientes y sus familias.
Estadio de Troiden
Características
Edad
Sensibilización
Persona se siente «diferente» a sus pares.
Las bromas y el «etiquetamiento negativo» contribuyen a
la internalización de un autoconcepto negativo
Antes de pubertad
Confusión
Comienza a reconocer sensaciones y comportamientos que lo
podrían etiquetar de homosexual.
Gran confusión por los nuevos impulsos que
comienzan a sentir y que reconoce como socialmente
denigrados.
Mujer 18 años
Hombre 17 años
Asumir la identidad
Se reduce el aislamiento social y se aumenta el contacto
con otros homosexuales. La tarea principal de esta etapa es
aprender a manejar el estigma social. Generalmente se vive
sin el apoyo familiar
Mujer 21-23 años
Hombre 19-21 años
Integración y compromiso
Incluye la integración de la homosexualidad en
todos los aspectos, lo que se refleja en las elecciones de
vida y en el amor. Se consolida la identificación con
otros grupos, se observa un incremento de la
autosatisfacción y felicidad.
Mujer 22-23 años
Hombre 21-24 años
No todos lo logran
Todas las fases descritas por Troiden se caracterizan por un alto nivel de stress. Las estrategias más usadas por los adolescentes para manejarlo son (10):
1. Negación: individuo percibe sensaciones e impulsos y continuamente los niega.
2. Evitación: existe conciencia de la existencia de impulsos y sentimientos homosexuales, por lo tanto se evita las situaciones que pudiesen desencadenarlos (ej. ir a la playa, gimnasio).
3. Reparación: se intenta corregir la apariencia personal y comportarse como heterosexual. Muchos exacerban conductas heterosexuales para demostrar y demostrarse que si les atraen los individuos del sexo opuesto.Adolescencia y orientación homosexual
Los adolescentes homosexuales, además de cumplir con las tareas propias de este período y enfrentar la crisis que esto implica, deben experimentar la discriminación y los mensajes violentos en sus familias, escuelas, y comunidad. Todo lo anterior determina un mayor riesgo. Al respecto, los estudios enfatizan:- Hasta un 50% de los adolescentes homosexuales hombres se sienten rechazados por sus padres a causa de su orientación sexual (11). Muchos son también aislados por sus amigos y miembros de sus comunidades religiosas, hostigados y atacados por sus pares en la escuela y humillados por la sociedad (9).
– Alta tasa de abandono del hogar (12); muchos de estos adolescentes terminan prostituyéndose para poder alimentarse y mantenerse.
Agresión verbal y física por parte de sus pares. Reportes norteamericanos muestran que el 83% de los adolescentes homosexuales sufre hostigamiento verbal por su orientación sexual y el 42% ha sido físicamente agredido (13).
– Mayores tasas de dificultades de comportamiento, conductas sexuales de riesgo y uso y abuso de sustancias (14). Con respecto a patología siquiátrica; los síndromes depresivos, las crisis de pánico y los trastornos de ansiedad generalizada son más frecuentes que en sus pares heterosexuales (15).
– Altas tasas de suicidios. Reportes norteamericanos dan cuenta que gays y lesbianas jóvenes intentan suicidios dos a tres veces más que sus pares heterosexuales (9).
Uno de los momentos más complejos para el adolescente homosexual es el «salir del armario» (disclosure), o sea, el reconocer la atracción y la identidad gay, lesbiana o bisexual y revelarla a otras personas (4). Al respecto, estudios reportan que cuando los hijos discuten el tema con sus padres, las respuestas varían desde una cálida aceptación hasta una abierta hostilidad (9). Una publicación de 1993 de 129 adolescentes homosexuales y lesbianas de 14 a 21 años, reporta que un 42% de las niñas y un 30% de los hombres recibió respuestas negativas de sus familias al momento de abrir el secreto (16)Tratamiento:
La Academia Americana de Pediatría y la Asociación Americana de Psiquiatría coinciden en que la homosexualidad no es un trastorno mental y por lo tanto no es necesaria una «cura» (4)La Academia Americana de Pediatría en su declaración de política sobre la homosexualidad y la adolescencia declara: «La confusión sobre la orientación sexual no es inusual en la época de la adolescencia. En éste sentido, se sugiere que la consejería puede ser útil en quienes están indecisos sobre su orientación sexual o en aquellos que están inciertos acerca de cómo expresar su sexualidad «(17).
Ofrecer terapia dirigida directamente a cambiar la orientación sexual está contraindicado; dado que aumenta el sentido de culpa y ansiedad del adolescente y según la evidencia disponible no tiene el potencial para lograr cambios en la orientación sexual de los pacientes (17).Recomendaciones médicas
Muchos jóvenes homo o bisexuales evitan los cuidados en salud o la discusión sobre su orientación sexual por temor a quedar expuesto al resto. Lo central en este punto es asegurar la completa confidencialidad al adolescente.
Uno de las claves del trabajo con estos adolescentes es NO IDENTIFICARLOS como «gay» o «lesbianas», sino crear un ambiente confortable, de modo que éste logre acceder a los cuidados de salud necesarios mientras toma su tiempo para revelar su orientación sexual (3)
Al igual que sus pares heterosexuales, los adolescentes homo y bisexuales requieren apoyo en su educación sexual (3). Entregar esta educación a este grupo de pacientes es especialmente complejo para algunos profesionales de la salud. La consejería sobre enfermedades de transmisión sexual y su prevención es el punto central.
Con respecto a la planificación familiar, muchos profesionales dejan de abordarla con sus pacientes homosexuales. Es necesario recordar sin embargo, que la «orientación sexual» no es equivalente a la «conducta sexual», por tanto muchos adolescentes homosexuales pueden mantener contactos heterosexuales ocasionales y exponerse de esta manera, a un embarazo no planificado (18.)
Con respecto a la salud mental de estos adolescentes, es necesario recordar que el grupo homosexual es especialmente vulnerable; vive una adolescencia compleja, son con frecuencia rechazados en el ámbito parental, familiar y social; su autoestima se ve deteriorada con frecuencia y el aislamiento social es casi de regla. Considerando lo anterior es altamente probable que requieran un apoyo externo mayor que sus pares.
Un fenómeno similar ocurre con las familias. Muchos padres acuden a los centros de salud con «la esperanza de que mejoren a sus hijos». Nuestro rol, en este caso, es aclararles que la condición de su hijo no es una enfermedad, acompañar a estos padres en su proceso de aceptación y orientarlos en base a guías anticipatorias.Referencias
1. Martín Zurro, JF Cano Pérez. Atención Primaria; conceptos, organización y práctica clínica. Volumen II, Cuarta edición, 1999
2. Heerlein A. Psiquiatría clínica. Ediciones de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile. Primera edición, Santiago de Chile, 2000.
3. Committee on adolescence. Homosexuality and adolescence. Pediatrics, October 1993; 92(4)
4. La Orientación Sexual y la Juventud: Los Hechos. Una Guía para Directores, Educadores y Personal Escolar.http://www.apa.org
5. http://www.sexualidadjoven.cl
6. Russell, S. T., Seif, H., & Truong, N. L. (2001). School outcomes of sexual minority youth in the United States: Evidence from a national study. Journal of Adolescence, 24, 111-127.
7. Massachusetts Department of Education. (2002). 2001 Massachusetts youth risk behavior survey results [Electronic version].
Malden, MA: Author. Available at http://www.doe.mass.edu/hssss/yrbs/01/results.pdf
8. Vermont Department of Health Office of Alcohol and Drug Abuse Programs. (2002). 2001 Vermont Youth Risk Behavior Survey [Electronic version]. Burlington, VT: Author.Available at http://www.state.vt.us/health/adap/pubs/2001/yrbs2001.pdf
9. Cianciotto J, Cahill S. (2003). Education policy: Issues affecting lesbian, gay, bisexual, and transgender youth. New York: The National Gay and Lesbian Task Force Policy Institute.
10. Troiden RR. The formation of Homosexual identities. Journal of Homosex, 17 (1/2), 43-73, 1989
11. Remafedi, G. (1987). Male homosexuality: The adolescent perspective. Pediatrics, 79, 326-330.
12. Cochran, B. N., Stewart, A. J., Ginzler, J. A., & Cauce, A. M. (2002). Challenges faced by homeless sexual minorities: Comparison of gay, lesbian, bisexual, and transgender homeless adolescents with their heterosexual counterparts. American Journal of Public Health, 92(5), 773-776.
13. Kosciw, J, Cullen, M (2001). The GLSEN 2001 national school climate survey: The school-related experiences of our nation’s lesbian, gay, bisexual and transgender youth. New York: The Gay, Lesbian and Straight Education Network.
14. Garofalo, R, Wolf, R.C., Kessel, S., Palfrey, J., & Du Rant, R.H. (1998). The association between health risk behaviors and sexual orientation among a school-based sample of adolescents. Pediatrics, 101(5), 895-902.
15. Cochran S, Mays V. Prevalence of mental disorder, psychological distress and mental health services use among lesbian, gay and bisexual adults in the United States. Journal of consulting and Clinical Psychology 71(1}):53-61, 2003 Feb
16. Telljohann, S. K., & Price, J. H. (1993). A qualitative examination of adolescent homosexuals’ life experiences: Ramifications for secondary school personnel. Journal of Homosexuality, 22, 9-28.
17. Policy Statement: Homosexuality and Adolescence, American Academy of Pediatrics, 1993.
18. Potter J. Do ask, do tell. Ann Intern Med. 2002;137:341-343