Alumnos de la Facultad de Medicina analizaron el conflicto educacional en Jornada junto a sus profesores

Alumnos de la Facultad de Medicina analizaron el conflicto educacional en Jornada junto a sus profesores

Fecha: 5 de septiembre 2011

La Jornada Docente-Alumno tuvo este año una versión extraordinaria que reunió por primera ver a los estudiantes de Medicina, Enfermería y Odontología en torno a la reflexión y el debate sobre el movimiento que busca cambios en la educación chilena.

Más de 200 asistentes repletaron el Salón de Honor de la UC en la Jornada Docente-Alumno de la Facultad de Medicina.

Con una activa participación de los alumnos de las tres carreras de la Facultad de Medicina UC, y de muchos de sus profesores, se realizó la Jornada Docente Alumno 2011, que se centró en los actuales desafíos de la educación en Chile y en los aportes que nuestra universidad puede hacer a este proceso. 

La Jornada se realizó en el Salón de Honor de la UC, partiendo con las palabras del Dr. Julio Pertuzé, director de Pregrado, quien alentó a los más de 200 asistentes a realizar una profunda reflexión sobre un tema en el cual «no podemos estar ausentes».

Lucas Navajas, presidente del Centro de Alumnos (CEMUC), valoró el que por primera vez este encuentro anual entre alumnos y docentes reuniera a los estudiantes de Medicina, Enfermería y Odontología de la UC.

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La ex ministra Mariana Aylwin definió el actual proceso que vive la educación en Chile como una «crisis de crecimiento».

El primer expositor fue la ex ministra de Educación Mariana Aylwin, quien expuso que hoy Chile vive una «crisis de crecimiento» en el ámbito educacional, la cual responde al rápido aumento en la cobertura educacional, tanto escolar como superior. «En 50 años hicimos lo que los países europeos hicieron en 200 o 300 años», advirtió refiriéndose una matrícula escolar que llega a todos los niños y jóvenes chilenos y a una creciente matrícula en la educación superior.

Sin embargo, admitió, este vertiginoso proceso dejó muchos desafíos pendientes, los que hoy se reflejan a través del descontento de la población. Entre ellos, nombró tres principales: los recursos humanos aún no son suficientes para dar el salto a una educación de calidad; la inversión que el país hace en educación está lejos aún de la de los países desarrollados; y las regulaciones que existen en este ámbito no son las necesarias para garantizar calidad e impedir los abusos.  «Ahora se necesitan reformas de segunda generación para dar el salto que necesitamos como país», señaló, valorando la acción de los estudiantes para impulsar estos cambios.

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El presidente del CEMUC, Lucas Navajas, se mostró satisfecho con la integración de todas las carreras de la Facultad en el diálogo.

Sin embargo, manifestó su temor de que se esté dando demasiada importancia al tema del lucro. «Creo que ese tema más nos va a complicar que a ayudar. A mi juicio, lo más importante es regular un mercado excesivamente desregulado», enfatizó, agregando que en su momento la inversión privada fue fundamental para universalizar la cobertura escolar. «Habría una enorme necesidad de nuevos colegios y liceos, sobre todo en las comunas más populosas. El Estado solo no habría podido hacerlo». 

El siguiente expositor fue Pedro Pablo Glatz, videpresidente de la FEUC, quien discrepó en algunos puntos con Mariana Aylwin en el sentido de que él sí considera necesario un cambio estructural en la provisión de la educación, ya que «se ha demostrado que lo que existe no funcionó». Entre otros desafíos, nombró la necesidad una mayor regulación por parte del Estado y de un nuevo sistema de acreditación de la educación superior. Planteó que las transformaciones que requiere la educación chilena, tal como lo han señalado varios expertos, «requiere un gasto cercano al 2% de PIB, y que la única herramienta para llegar a ello es una reforma tributaria».

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Los representantes de los diferentes grupos de trabajo entregaron sus conclusiones al finalizar la jornada.

El tercer expositor fue el rector Ignacio Sánchez, quien coincidió con Mariana Aylwin en definir el actual conflicto como una crisis provocada por un crecimiento muy rápido, con un modelo que no logró cumplir las expectativas de las personas que tuvieron un acceso a la educación que nunca antes habían tenido. El rector apuntó algunos puntos neurálgicos en este proceso: la calidad, el acceso y el financiamiento. Agregó que en este conflicto cada una de las partes (gobierno, autoridades universitarias, alumnos) tiene una perspectiva particular para mirar el problema y señaló cuáles son los aspectos sobre los que se debe trabajar para poder avanzar en un encuentro entre las partes: confianza, liderazgo y compromiso.

Trabajo en comisiones

Tras las exposiciones, los alumnos y docentes participantes de la jornada, se dividieron en cuatro grupos para trabajar sobre distintos aspectos y entregar, luego, sus conclusiones al plenario.

El grupo que analizó el tema del «Acceso a la Educación Superior» manifestó un consenso en torno a que pudiera haber otras herramientas complementarias a la PSU para regular el ingreso a la educación superior. También plantearon la posibilidad de que mejoraran las herramientas económicas y de evaluación para asegurar que nadie que tenga los méritos suficientes quede fuera de los estudios superiores por el solo hecho de no tener recursos para financiarlos. Y en relación a las inequidades del actual sistema de acceso a las universidad, señalaron que la UC puede hacer aportes para disminuirlas pero no para solucionar el problema de fondo, ya que éste responde a la actual estructura del sistema educacional.

Sobre el tema de «Financiamiento», hubo consenso en señalar que el país necesita aumentar el gasto público en educación superior, lo que debe ir acompañado de la suficiente regulación sobre cómo se invierten estos recursos en el sistema. En tanto, el grupo que analizó el tema de la «Calidad» señaló que la acreditación no es una herramienta suficiente por lo que se necesita de otras, como por ejemplo, pruebas que midan las competencias de los egresados, lo que ya está ocurriendo en las carreras de Medicina y Pedagogía. También se propuso que el Estado entregue información clara y precisa a la población sobre los estándares de calidad de las instituciones y las carreras de la educación superior.

El cuarto grupo analizó el rol que le cabe a la Universidad Católica en este movimiento y en estas transformaciones. Ellos concluyeron que, debido  su origen y a su espíritu, esta universidad tiene un rol importante social que cumplir. El grupo propuso que al interior de la Facultad de Medicina se generaran más instancias de discusión y de reflexión tanto entre sus propias carreras como con las de otras Facultades.

 

 

 

 

 

 

 

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