Los especialistas recomiendan conocer las condiciones del país a visitar y consultar a un médico con tiempo para obtener información necesaria.
Fecha: 25 de enero 2018
La temporada de vacaciones es un momento divertido y esperado todo el año; sin embargo, requiere de mucha planificación, incluso en el área sanitaria para evitar sorpresas desagradables. La doctora María Elvira Balcells, académica del Departamento de Enfermedades Infecciosas UC, entrega recomendaciones esenciales si lo suyo es salir fuera de Chile este verano.
Cuidar el consumo de agua y alimentos
En países menos desarrollados, es común que los alimentos o el agua estén contaminados con microorganismos, ya sea bacterias, virus o parásitos. Estos microorganismos provocan diarrea, conocida como “la diarrea del viajero”; que si bien en muchos casos es auto-limitada (dura unos pocos días), hace pasar un muy mal rato. Los alimentos y el agua también pueden transmitir infecciones más complicadas como la fiebre tifoidea (conocida popularmente como tifus) o la hepatitis A.
Para prevenir estas infecciones, que son provocadas por lo que uno ingiere, las medidas son bastante estándar: preferir alimentos cocidos (idealmente recién cocinados y que no hayan estado al sol por horas), lavar muy bien las frutas y verduras crudas (mejor si con agua envasada) y luego pelarlas. Además, se recomienda no tomar agua de la llave (debe ser embotellada sellada) y no echarle hielo a nada. ¡Prohibidos los ricos jugos de fruta naturales que alguien preparó por ahí!
Cuidado con los mosquitos
Los mosquitos o zancudos transmiten una serie de virus y parásitos, sobre todo en países más tropicales. Estos pueden provocar enfermedades graves como la fiebre amarilla, la malaria, el dengue, el zika, chikungunya y la encefalitis japonesa.
Una de las medidas claves para evitar la picadura de mosquitos es el uso del repelente adecuado, la Dra. Balcells señala que este debe contener DEET con concentración mayor o igual al 30%. “No significa que otras concentraciones de DEET no sirvan, sólo que dura menos su efecto y tendrían que estar echándose por ejemplo cada dos horas”, agrega. El repelente adecuado se debería colocar cada seis horas y, si el viaje es en la selva, cada cuatro horas sería lo ideal.
¡A vacunarse!
De las enfermedades trasmitidas por mosquitos, son muy pocas las que son prevenibles mediante vacunas: solo existen para fiebre amarilla y encefalitis japonesa. La vacuna de la fiebre amarilla es muy efectiva pero debe ser colocada mínimo 10 días antes del viaje. Es importante saber que tiene múltiples contraindicaciones: no puede ser administrada a menores de 9 meses, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, adultos mayores de 60 años, personas que tomen medicamentos inmunosupresores (ej. corticoides) o personas con problemas inmunológicos (VIH).
El virus de la fiebre amarilla en particular, si bien puede producir infecciones leves o asintomáticas, llega a provocar hasta un 50% de mortalidad en aquellos que enferman, ya que se disemina a varios órganos llevando a falla hepática, daño en los riñones y la coagulación. Por esta razón, la vacuna es necesaria y se puede exigir incluso como requisito para ingresar a países donde existe este virus en forma endémica o hay brotes. Este virus se encuentra en África y en casi toda Sudamérica; excepto Chile y Uruguay, y a diferencia del dengue y otros virus, el mayor reservorio de la fiebre amarilla está en la selva y en los monos, por lo tanto es mucho más raro que se transmita en las ciudades grandes.
Existen varias otras vacunas importantes y recomendables para viajeros, como la de la hepatitis, fiebre tifoidea, tétanos y rabia. Muchas de estas indicaciones van a depender del país de destino, y la duración y el tipo de actividades a realizar durante el viaje. Todo esto debe ser revisado caso a caso.
Por lo tanto, para tener un viaje sin contratiempos, si va a viajar a algún lugar exótico, tropical o a un país de muy bajos recursos, lo ideal es informarse bien sobre las condiciones del lugar que se va a visitar y consultar a un especialista por las medidas preventivas con anticipación.
