Fecha: 6 de mayo 2025
En el marco del reciente lanzamiento del libro “Las que abrieron el camino: Historias de las Mujeres en la Pontificia Universidad Católica 1877 – 1950”, de las historiadoras Verónica Undurraga y Valentina Bravo, destacamos uno de sus capítulos dedicado específicamente a las mujeres en la Escuela de Medicina UC llamado: “La inserción femenina en la Facultad de Medicina de la Universidad Católica”.
Tres pioneras en la historia de la medicina UC
En este capítulo la autora relata la historia de Catalina Maggiolo, Carmen Wilson y Elena Castro, quienes en 1953 fueron las tres primeras mujeres en ingresar a estudiar Medicina en la UC utilizando cupos especiales. Ello debido a que, aun cuando la Escuela de Medicina fue fundada en 1930, durante sus primeros 23 años de existencia solo admitió a estudiantes varones.
Estos valiosos cupos permitieron que las futuras doctoras pudieran cumplir sus metas en una época donde la mayoría de las mujeres que querían desarrollar una carrera optaban por no casarse o abandonaban sus estudios.
No fue sino hasta el año 1963 cuando el ingreso a la carrera de medicina fue igualitario, basándose sólo en los méritos personales de quienes postulaban.
“Contra todo pronóstico”, titularon los medios
La primera generación de mujeres egresó en 1959, “echado por tierra” todos los mitos y temores de la época: las tres alumnas, entre alrededor de treinta inscritos en esa promoción, obtuvieron los mejores resultados. Una en el primer lugar y las otras dos se ubicaron dentro de los 5 mejores promedios. La Revista Universitaria UC dio cobertura a esta noticia titulando: “Contra todo pronóstico, las tres alumnas se ubicaron entre los cinco primeros lugares de su promoción”. Conforme fue pasando el tiempo las tres estudiantes ya tituladas de medicina siguiendo diversas carreras, realizando extensos aportes a la disciplina y salud del país, entre los que destacamos:
La doctora Elena Castro Pinochet siguió sus estudios de psiquiatría en la Universidad de Chile y se convirtió en psicoanalista de niños y adolescentes, fue docente de la cátedra de Psiquiatría de la Universidad Católica y creadora de la ”Sección de Tratamiento Antialcohólico” de Hospital Calvo Mackenna. La doctora Catalina Maggiolo Ambrogio destacó como endocrinóloga y llegó a liderar el Laboratorio Central del Hospital del Salvador. La doctora Carmen Wilson Brunckhorst se especializó en cardiología, y siguió sus estudios como becada en Estados Unidos, siendo clave para la creación de la Unidad de Cardiología del Hospital Sótero del Río; ejerció la docencia por 50 años.
Labor de las religiosas alemanas de la Caridad de la Inmaculada Concepción
El capítulo también rescata la labor de las religiosas – enfermeras quienes asumieron un rol preponderante en el llamado “Hospital del Corazón Misericordiosísimo de Jesús”, asumiendo desde 1940 y hasta la década del 60 el cuidado de los enfermos, la organización de las salas de cirugía, rayos X, farmacia, lavandería y alimentación.
El libro narra como en 1949 se creó la “Escuela para Enfermeras Cristianas Católicas” con el fin de dotar de conocimientos a las religiosas en el área de la salud, lo que significará el origen en 1950 de la Escuela de Enfermería UC, quienes al año siguiente abrieron cupos a mujeres laicas.
Por último, el capítulo subraya el valioso aporte de las mujeres funcionarias y tecnólogas que dieron vida a cada unidad de la Facultad y del Hospital Clínico UC y que, desde antes del ingreso formal de las primeras aspirantes a doctoras en la Universidad, ya eran parte como personal de apoyo a la investigación y a la administración del Hospital, conformando un importante componente de inserción laboral femenina.
Para conocer más de la historia de las mujeres en la UC, puede adquirir el libro en Ediciones UC en el siguiente enlace: “Las que abrieron el camino: Historia de las Mujeres en la Pontificia Universidad Católica 1877 – 1950″