Decano de la Facultad de Medicina UC analiza los grandes desafíos para 2016

Con seis años liderando el proyecto educativo de Medicina UC en su conjunto, el Dr. Luis Ibáñez, manifiesta abiertamente su opinión en torno a temáticas de interés nacional.

Fecha: 16 de mayo 2016

La oficina del Dr. Luis Ibáñez, decano de Facultad Medicina UC, es una galería de su historia personal y también es un manifiesto de la evolución que ha tenido la propia facultad. En sus paredes no sólo se encuentran imágenes de su familia, sino que en una posición privilegiada está a la vista el Decreto de Fundación de la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad Católica de Chile, que data de 1929. Además, sus estanterías están repletas de libros, que reflejan su interés por la Medicina. 

Con una facultad a poco de cumplir 87 años formando a los mejores profesionales para el país, el doctor Ibáñez hace una pausa en su apretada agenda para reflexionar, en ese mismo espacio que lo acompaña día a día, en torno a los temas que al país y a la comunidad de académicos y alumnos de Pregrado, Postgrado y Postítulo, les interesan.

Este año, por primera una generación de estudiantes en Chile pudo optar al beneficio de la gratuidad. ¿En qué ha repercutido esto específicamente en Medicina UC?

El tema de la gratuidad es bien complejo. Me parece muy bien que se ayude a que estudiantes de bajo recursos puedan entrar a la UC. Sin embargo, es necesario destacar que la Universidad Católica de Chile ya tenía un programa de apoyo focalizado en estos alumnos precisamente.  Por lo tanto, este esfuerzo se viene a sumar a lo que ya tenía nuestra institución. 

Este proceso aún no está terminado, no obstante,  la responsabilidad más importante que siento como representante de la Facultad de Medicina UC, es que el compromiso con la gratuidad debe ser integral, por lo tanto no se trata solamente de que los alumnos ingresen a la universidad,  sino que puedan completar sus estudios.  Esto requiere de una política global de apoyo a estos estudiantes: Por ejemplo, nivelaciones en inglés, en matemática, apoyo en materiales de estudio, en alimentación, traslado. Todos estos otros costos no están considerados en el beneficio de la gratuidad y son muy importantes.

Usted ha tenido una activa participación en la ASOFAMECH (Asociación de Facultades de Medicina de Chile), que tiene como uno de sus pilares apoyar la calidad de la Educación de Pregrado y Postgrado de Medicina. ¿Cómo evalúa la evolución que han tenido ambas ramas de la educación en nuestra institución?

Yo me siento muy orgulloso, tanto de la Educación de Pregrado como de Postgrado. En nuestra facultad ambas tienen un nivel de excelencia.  En Postgrado, estamos trabajando hace seis años con el Royal College de Canadá, para mejorar el nivel de nuestra formación de Postgrado y hacerlo comparado con estándares internacionales. Se acaba de terminar una primera fase donde se ha nos ha evaluado como institución, y luego continuaremos haciendo esto mismo, pero con cada uno de  nuestros programas. 

Además, hemos tenido un importante crecimiento.  Hoy llegamos a 622 alumnos en 65 Especialidades Médicas y Subespecialidades de la medicina. El año 2015 egresaron desde nuestras filas 179 nuevos especialistas para el país y este año ingresaron 241 nuevos estudiantes a nuestros programas.  Junto con esto, en Postgrado, tenemos dos Programas de doctorados, el de Ciencias Médicas y Neurociencias, que son muy activos.  Y Además, hay un creciente número de magísteres en Bioética, Epidemiología, Educación Médica, Administración en Salud y Nutrición. 

En Pregrado, el avance más significativo ha sido la reforma curricular, cuyo efecto más evidente fue acortar la carrera de Medicina en un año, pero significa mucho más que eso: Introducción de nuevas modalidades de aprendizaje (con mayor uso de simulación, análisis basados en problemas trabajos en grupos).  Mayor integración de las ciencias a lo largo de toda la carrera y profesionalismo.   

Uno de los mayores compromisos de la Asociación Chilena de Facultades de Medicina  (ASOFAMECH) tiene que ver con el EUNACOM, que hoy está en entredicho en la palestra pública. ¿Qué piensa en relación a esta prueba estandarizada?

El EUNACOM es un buen examen. Fue desarrollado en nuestra facultad, producto de un proyecto de investigación liderado por el Dr. Beltrán Mena, cuyo objetivo inicial era poder estandarizar los conocimientos médicos y comparar a qué equivalen las notas de una institución respecto a otra. 

El nacimiento de esta prueba está relacionada con el crecimiento de las escuelas de medicina. Posteriormente, el Estado de Chile tomó este examen para establecer una estándar mínimo para el desempeño de la medicina en nuestro país.  Más del 90% de los alumnos chilenos aprueba este examen sin problema. Creo que constituye una barrera de entrada muy eficiente actualmente. 

El EUNACOM ha ido cambiando en su organización y hoy tiene un mecanismo de construcción de sus preguntas muy profesional: existe un comité donde participan profesores de medicina destacados en cada una de las especialidades, incluyendo atención primaria de Salud. De esta forma se asegura que el tipo de preguntas su profundidad y especificidad corresponden a lo que un médico chileno tiene que saber.

Otro tema que hoy también está en el epicentro, tiene que ver con la falta de especialistas médicos. ¿Cuál es su apreciación respecto a esto? 

Creo que eso efectivamente es así. Es un tema que el país tiene que abordar en su conjunto, las universidades deben trabajar en conjunto con el ministerio de Salud y probablemente el colegio médico para encontrar la mejor solución.  

Nosotros, como Facultad hemos realizado un significativo aporte en este sentido. Nuestra Escuela de Medicina aumentó casi en un 50% de las becas en los últimos 5 años especialmente en las áreas que el país necesita más especialistas.  

Otro aspecto que es muy importante es la distribución de los especialistas a lo largo del país.  Pues, no sólo hay pocos, sino que están mal distribuidos. Se necesita una política pública que ayude a solucionar este problema que requiere no sólo de buenas remuneraciones para los médicos, sino que educación para sus hijos, vivienda, posibilidades de continuar formándose, etc. 

Uno de los grandes sellos de  Medicina UC tiene que ver con la atención asistencial. Hoy ya se está pensando en un posible Centro Ambulatorio en Puente Alto. ¿Usted qué piensa en relación a esto?

Es un proyecto muy ambicioso que queremos hacer. Tenemos tres Centros de Salud Familiar ANCORA en el sector sur oriente de la región Metropolitana, que atienden a alrededor de 70 mil personas. Queremos avanzar en este otro proyecto, que sirva de respaldo y atienda a la población más pobre del sector sur de la capital, ofreciéndole atención especializada de alto nivel complementaria a la que ya recibe. Esperamos poder comenzar este año con este plan. 

La Facultad alberga no sólo a Medicina, sino que también a Enfermería, Odontología y las Nuevas Carreras de la Salud. ¿Cómo usted observa la convivencia de todas estas carreras?

La Escuela de Medicina, con sus 87 años de experiencia docente, ha sido el germen del que ha nacido Odontología, Kinesiología, Nutrición y Fonoaudiología. Estas carreras han recibido el aporte generoso de los años de docencia acumulada y se han ido desarrollando con un nivel de excelencia que nos hace sentir muy orgullosos.  

Odontología ya graduó su segunda generación de egresados, Kinesiología y Nutrición comienzan sus internados y Fonoaudiología continúa su desarrollo. Todo en un ambiente de gran cooperación y camaradería.

 

 

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